Musica rebelde pa gozar subvertir y tropelear.

viernes

¡¡¡ESTUDIANTES SIENDO PUEBLO!!!

La utopía está en el horizonte.
Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos
y el horizonte se corre diez pasos más allá.
¿Entonces para qué sirve la utopía?
Para eso, sirve para caminar.
Eduardo Galeano

Nuestro pueblo sueña hace más de 40 años una utopía, innavegable dicen unos, inalcanzable dicen otros, un sueño anegado por sangre, sudor y dolor, un sueño que aún hoy seguimos enarbolando, que sigue rondando nuestros barrios, calles y universidades y seguimos levantando y ondeando orgullosos, ese utopía hoy nos llama a reflexionar hoy.

Camilo Torres nos recordaba hace más de 40 años que los estudiantes universitarios eran un grupo privilegiado en las naciones subdesarrolladas, poseían dos privilegios: el de ascender socialmente y el de tener la posibilidad de hacer evidente su rebeldía e inconformismo casi siempre emocional sin atentar contra su ascenso social. Advierte que el estudiante al terminar su carrera universitaria, termina también su inconformismo (emocional) “y el estudiante rebelde deja de serlo para convertirse en un profesional burgués que para comprar los símbolos de prestigio de la burguesía tiene que vender su conciencia a cambio de una elevada remuneración”.

Hoy cuatro décadas después hallamos un panorama más triste y desolador, estudiantes universitarios entregados a la infértil y memorística academia, ejércitos de graduados, miles y miles de cartones impresos cada año, filas de enajenados que asienten con la cabeza los preceptos del sistema, idiotas útiles al sistema capitalista, hombres y mujeres insensibles, indolentes, viviendo en burbujas individuales desconectados de la realidad del país que sufren día a día sus compatriotas, esos mismos que pagaron sus estudios universitarios. Además, libertad de expresión y de pensamiento que existe en las universidades, existe como un fantasma, el pensamiento crítico brilla por su ausencia, el espíritu libertario y rebelde que caracteriza a los jóvenes ha sido abandonado por ellos, echado al olvido por la comodidad de la rutina.

Sufriendo este panorama nosotr@s, lo sufrimos por que los sentimos nuestro, creemos en la necesidad de reconstruir a los estudiantes universitarios, creemos en jóvenes despiertos, inquietos, dinámicos, cambiantes, dialécticos, jóvenes en constante crítica de sí mismos, conscientes de su papel como universitarios, conscientes de su compromiso social, disciplinados y responsables.

Jóvenes críticos que cada día se construyan como transformadores, revolucionarios de lo cotidiano, del día a día; insurrectos del corazón cambiando sus sentimientos fríos y consumistas, para ser sensibles a la realidad de su triste pueblo sumido en un sistema que lo explota y se enriquece con su miseria, comprometidos con su pueblo para construir un proyecto político en comunidad, que luche por transformar y realice reformas estructurales que nos conduzcan a la sociedad soñada.

Revolucionarios del alma, porque la inconformidad no es una etapa que supera sino una marca profunda en el corazón que llevamos siempre, una esencia rebelde que se impregna en todos nuestros actos, y proyectamos a lo largo de nuestras vidas.

Subvirtiendo el pensamiento, porque estudiar y luchar es un reto diario para constantemente demostrar la calidad académica y el compromiso como intelectuales para comprender y transformar la sociedad.

Provocadores del cuerpo por que la acción directa es la manifestación de nuestro pensamiento, de nuestro sentir, de nuestra palabra, la manifestación de la rebeldía que llevamos en nuestros corazones, de la indignación que nos enciende y nos impulsa a continuar la lucha.

Con esperanza en un futuro nuestro, donde lo hacen los pueblos, un futuro donde otro mundo posible se alza y donde hombres y mujeres podamos vivir en igualdad, sin injusticias, sin hambre, hombres y mujeres conscientes de su realidad, de su deber como revolucionarios, de su deber como estudiantes.

A estudiar y luchar por la Liberación Nacional!!!